En el año 2023, el principal motivo de consulta al área de Toxicología del Sanatorio Mater Dei se debió al uso inadecuado de medicamentos, mayormente relacionado a la ingesta accidental de medicamentos en la población pediátrica.
Los niños de entre uno y cinco años representan un grupo de riesgo para las intoxicaciones accidentales, ya que su actitud curiosa los lleva a investigar su entorno, sin distinguir aquello que puede representar un peligro para ellos. A medida que crecen adquieren mayor movilidad y confianza, y logran acceder a los elementos que los adultos consideran que están fuera de su alcance. Por otra parte, tienden a llevarse las cosas que encuentran a la boca, y de esta manera pueden entrar en contacto con sustancias tóxicas.
Por todo lo antedicho es importante considerar que dentro de las medidas de prevención de accidentes en el hogar, debemos tomar medidas específicas para evitar el acceso de los niños a los medicamentos.
Guarde los medicamentos del hogar, incluso los que son de venta libre, en su envase original y bajo llave, o en un lugar donde sepa con certeza que los niños no podrán acceder.
Conozca los medicamentos que hay en el hogar, así como la cantidad aproximada de cada uno que hay disponible. Son frecuentes las consultas por una “sospecha” de ingesta, y es importante poder identificar si hay faltante de algún medicamento.
No guarde los sobrantes de medicación, a excepción de los que se utilizan en forma intermitente (como por ejemplo, los analgésicos).
Lea el prospecto de cada medicamento para conocer las condiciones de guardado que requiere cada uno. Es frecuente que los padres guarden medicación abierta en la heladera, que es un lugar fácilmente accesible para un niño deambulador.
Si usted toma medicación en forma regular, trate de no hacerlo frente a los niños; recuerde que los niños imitan las conductas de los adultos.
Guarde la medicación inmediatamente después de tomarla; evite distracciones que contribuyan a que la medicación quede fuera del lugar seguro.
No juegue con los niños a “tomar remedios”, ni trate de convencerlos de tomar un medicamento indicado por el pediatra con el pretexto de que “es rico y tiene gusto a frutilla”. Recuérdeles siempre que los medicamentos no son un juego, y que sólo deben tomarse por indicación de un médico y de la mano de un adulto.
Preste especial atención al momento de administrarle un medicamento a un niño. De ser posible, utilice una jeringa o gotero para calcular la dosis correcta, y evite el uso de cucharas de cocina, que son poco precisas como elemento de medición. Si debe administrarle una dosis nocturna, prenda la luz y asegúrese de utilizar el medicamento correcto en la dosis correcta.
Preste especial atención cuando visitan otro domicilio, por ejemplo, la casa de los abuelos. Cuando los adultos ya no conviven con niños pequeños dejan de tomar estas medidas de prevención, y suelen almacenar los medicamentos en lugares muy accesibles, como los cajones de la mesa de luz.
Si un niño ingiere un medicamento que no tenía indicado, comuníquese inmediatamente con un centro de toxicología para que le indiquen los pasos a seguir.
En el Sanatorio Mater Dei cuidamos tu salud y la de tu familia
Dra. Sol García Puglisi
Toxicología
Dr. Matías Cattoni
Farmacia Clínica Pediatría
Sanatorio Mater Dei