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¿Cómo guardamos lo que compramos para comer?

¿Sabías que un correcto almacenamiento de alimentos en nuestro hogar ayuda a prevenir enfermedades que los mismos pueden transmitir? Nuestro equipo de Nutrición nos acerca las mejores recomendaciones y reglas para conservar la comida que vamos a ingerir.


Existen dos grupos de alimentos:


- No perecederos

Se conservan por largo tiempo a temperatura ambiente, en lugares frescos, secos, iluminados, ventilados y sin luz solar. Sin embargo no hay que confiarse, y prestar mucha atención a la fecha de vencimiento, colocando más a mano aquellos que estén próximos a vencer.


Es recomendable conservar estos alimentos en sus paquetes originales siempre que sea posible; si el embalaje no es práctico, se deben mantener los alimentos en recipientes herméticos para evitar la entrada de insectos.


Asimismo, nunca deben estar bajo la luz del sol, ya que esto promueve la oxidación, produciendo una pérdida en el valor nutricional y calidad del producto. Por último, una buena ventilación mantiene la baja temperatura, reduce la humedad y elimina los olores.


Un ambiente fresco, seco y limpio, imposibilita el desarrollo de microorganismos patógenos y también las infecciones por insectos. Debido a ello se recomienda mantener los alimentos bajo temperaturas de entre 15ºC y 18ºC.


- Perecederos

Deben mantenerse refrigerados a bajas temperaturas en la heladera hasta el momento de su consumo (lácteos, verduras, carnes, pescados y pastas frescas), o también mantenerse congelados en el freezer para un consumo a futuro.


Una correcta ubicación de los alimentos dentro de la heladera es fundamental para una conservación adecuada, lo cual contribuye al cuidado de nuestra salud.

- Productos terminados (cocidos): se recomienda ubicarlos en el lugar más accesible (arriba de todo).

- Lácteos, huevos y pastas: se pueden colocar en los estantes medios. Es mejor colocarlos retirados de la puerta para evitar que pierdan frío cuando esta se abra.

- Carnes: en general son muy perecederas, lo que significa que deben mantenerse a baja temperatura, preferentemente en el estante que se encuentra sobre el cajón de las verduras, es decir en la zona baja de la heladera. Siempre es aconsejable colocarlas en un recipiente con tapa, así contiene los líquidos que pueden resultar sumamente contaminantes para otros alimentos.

- Verduras y frutas: encuentran su mejor lugar en la parte baja de la heladera (los cajones reservados para ellas).

- Condimentos y aderezos: los estantes de las puertas son ideales para estos alimentos que en general no requieren temperaturas tan bajas, aunque sí refrigeración.


Es importante realizar la limpieza de la heladera una vez por mes, salvo situaciones de derrames, donde se debe limpiar inmediatamente (para evitar contaminación).


Se recomienda abrir lo menos posible la heladera y por períodos cortos; mantener la temperatura entre 4º y 5ºC; y no llenarla en exceso porque puede impedir la circulación del frío.



¿Cuánto tiempo podemos guardar algunas comidas?

- Carne picada : un (1) día.

- Carne cruda, carne cocida y leche pasteurizada: de dos (2) a tres (3) días.

- Quesos, manteca, mermeladas, dulces, otros: relacionado a su fecha de vencimiento.

- Verduras cocidas: de tres (3) a (4) días dependiendo si se encuentran solas o en composición de un alimento cocido (por ejemplo, una tarta).


- Verduras crudas y platos cocinados: de tres (3) a cinco (5) días.


Es preciso estar atentos a las fechas de vencimiento y al tiempo límite de conservación en la heladera para que los alimentos no pierdan su sabor y calidad. Esto es importante porque los productos en mal estado pueden generar enfermedades transmitidas por alimentos (ETA). Constituyen un importante problema de salud a nivel mundial.


Los principales síntomas que generan son:

- Trastornos gastrointestinales como dolor abdominal, diarreas, náuseas y vómitos.

- Fiebre.

- Pueden presentarse síntomas neurológicos.

- Ojos hinchados.

- Dificultades renales.

- Visión doble.


La duración e intensidad de estos síntomas varía de acuerdo a la cantidad de bacterias o toxinas presentes en el alimento, a la cantidad consumida del alimento y al estado de salud general de la persona.


Dos de las llamadas ETA son:

- El Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), enfermedad que se transmite por alimentos contaminados por una cepa de la bacteria Escherichia coli. Afecta particularmente a niños, ancianos y aquellos que –por padecer otras enfermedades– tienen su sistema inmunológico deprimido. Por eso, en algunos casos puede llegar a provocar la muerte.

Los alimentos con mayor riesgo de portar esta bacteria son la carne, los vegetales frescos (hortalizas) y los lácteos.


- La Salmonelosis, que es una de las enfermedades transmitidas por alimentos más frecuente. Es una infección causada por bacterias del género Salmonella.


Para prevenir las ETA, las recomendaciones principales son:


- Separar los alimentos crudos de los cocidos.

- Mantener la cadena de frío de los alimentos.

- Cocinar completamente los alimentos, especialmente carnes, pollos, huevos y pescados.

- Antes de comprar un alimento, controlar que su envase posea fecha de vencimiento y número de registro. Si no los tiene, denunciar la situación ante la autoridad competente.

- Es conveniente que rechacen los huevos que no estén etiquetados con fecha de vencimiento. Si están sucios o rotos no se recomienda su consumo.

- Eviten que las carnes puedan escurrir sobre otros alimentos destinados al consumo en crudo.

- No partir los huevos en los bordes de los recipientes donde vayan a ser batidos y empleen dicho recipiente únicamente para esa operación.

- No separar las claras de las yemas utilizando la propia cáscara del huevo.

- Cocinar muy bien las carnes, en especial la carne picada y los productos elaborados con ella (no deben quedar partes rosadas o rojas en su interior).

- No usar la misma tabla y cuchillo para cortar la carne cruda y las verduras que no se cocinarán, así evitará la “contaminación cruzada”.

- Utilizar agua de red o potabilizarla antes de su consumo.

- Lavarse las manos antes y después de comer, tocar animales, manipular alimentos o ir al baño.

- Lavar minuciosamente bajo chorro de agua corriente las frutas y verduras antes de manipularlas y servirlas. Las bacterias pueden penetrar en las verduras de hoja dañadas, por esto deberán ser siempre descartadas.


Lic. Mariana Aguilera

Nutricionista


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