La viruela del mono fue declarada como una emergencia de salud pública internacional por la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido al aumento de casos en todo el mundo y, en la Argentina ya se detectaron 32 casos desde su aparición el 27 de mayo de este año.
Viruela del Mono: Si bien no se trata de un virus nuevo, circulaba de forma endémica en algunas regiones, es la primera vez que se generan brotes de rápida extensión en países en los que no se registraba habitualmente. Los especialistas piden mantener el nivel de alerta alto ya que, aunque hay una cantidad relativamente baja de casos y muertes, la situación epidemiológica puede cambiar de un momento a otro. ¿Cuál es el origen de la enfermedad y cómo se contagia?
La viruela del mono es provocada por un virus perteneciente al género Orthopoxvirus, al igual que la viruela humana. Se trata de una enfermedad zoonótica, es decir que puede transmitirse de animales a personas.
La transmisión de animales a humanos (zoonosis) se produce por contacto directo con la sangre, los líquidos corporales o las lesiones de la piel o las mucosas de animales infectados (roedores y monos).
Entre humanos, se contagia a través de: - Contacto físico directo, que puede incluir las distintas partes del cuerpo con lesiones presentes. - Contacto indirecto con superficies contaminadas, como ropa de cama, utensilios de comida, etc. - Por gotas respiratorias que emitimos en contacto cercano con otras personas. ¿Hay medidas de prevención?
La principal recomendación del Ministerio de Salud de la Nación para prevenir el contagio es evitar el contacto cercano con personas que hayan confirmado tener la infección o presenten síntomas compatibles con la enfermedad. En esos casos, es importante además no compartir objetos como utensilios, sábanas o toallas. Si habitan un mismo espacio, se aconseja utilizar barbijo y mantener el distanciamiento. ¿Cuáles son los síntomas?
La viruela del mono suele tener una sintomatología más leve que la de la viruela. La enfermedad comienza con fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, escalofríos, inflamación de los ganglios linfáticos y decaimiento. Hasta tres días después de tener fiebre, puedes desarrollar un sarpullido en la cara y el cuerpo que evoluciona hasta lesiones en la piel como costras.
¿Qué gravedad reviste la enfermedad?
Los pacientes suelen desarrollar sus propias defensas para superar la infección, por lo que se la cataloga como una enfermedad autolimitada, con síntomas que duran de 2 a 4 semanas. Según la OMS, a lo largo de los distintos brotes se han observado tasas de letalidad de entre 0% y 11%, aunque hasta el momento ha sido de entre 3% y 6%.
¿Tiene algún tratamiento especial?
La atención clínica para la viruela símica debe optimizarse al máximo con el fin de aliviar los síntomas, controlar las complicaciones y evitar secuelas a largo plazo. Se debe ofrecer líquidos y alimentos a los pacientes para mantener un estado de nutrición adecuado.
Hasta el momento no existe un tratamiento específico para la viruela del mono.
Se recomienda no tocarse las lesiones, higienizarse las manos, y consultar inmediatamente al sistema de salud para diagnóstico, aislamiento y seguimiento.
Dra. Cecilia Vera Ocampo
Jefa de Infectología, Prevención y Control de Infecciones
Sanatorio Mater Dei