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Deficiencia de hierro en los niños

El hierro es un nutriente esencial para el crecimiento y el desarrollo de los niños, ayuda a transportar el oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo y también favorece a los músculos a almacenar y utilizar el oxígeno.




Una alimentación pobre o carente en hierro podría generar como resultado, desde una deficiencia leve hasta la anemia. Dicha consecuencia, en general, afecta a casi el 50 % de los niños menores de 5 años. Si la deficiencia de hierro persiste y no es tratada puede afectar la etapa de crecimiento y desarrollo de un niño.


La anemia por déficit de hierro se caracteriza por ser muy común y presentar una concentración de hemoglobina disminuida en el organismo. La hemoglobina es una proteína que se encuentra dentro de los glóbulos rojos, a la cual se une el oxígeno para su posterior transporte y utilización en los distintos tejidos del organismo. Podemos decir entonces que los glóbulos rojos son los encargados de transportar el oxígeno a los tejidos.


Los niños nacen con depósitos suficientes de hierro. Para continuar y promover el rápido crecimiento y desarrollo, necesitan una cantidad constante de hierro adicional, esto se logra habitualmente a través de una alimentación variada y suficiente que incluya alimentos ricos en hierro.


En ocasiones puede requerir algún suplemento y será el pediatra el encargado de indicarlo cuando sea necesario. Las necesidades de hierro van variando a medida que el niño crece, es decir con la edad.


El estado nutricional de hierro depende del equilibrio entre los nutrientes que componen la alimentación que el niño recibe, la absorción de nutrientes es decir cuanto de lo que se ingiere se aprovecha, las pérdidas y los requerimientos para el crecimiento.


La cantidad de hierro absorbido depende de la cantidad consumido o ingerido, de la composición de la alimentación, y la regulación de la absorción por el intestino. Otro factor muy importante que influye es la biodisponibilidad, es decir, el estado químico en que se encuentra al hierro que se ingiere.


Otros factores que influyen son la presencia en la alimentación de facilitadores de la absorción del hierro como el acido ascórbico o vitamina C, la fructosa (o azúcar de las frutas), la presencia de carnes en la alimentación y ácido láctico.


Es muy importante mantener una alimentación saludable y equilibrada que asegure un aporte adecuado de hierro y de todos los nutrientes que el organismo necesita para mantener un óptimo estado de salud.


¿Quiénes tienen mayor riesgo de anemia?

Bebés

  • Los prematuros o quienes nacen con bajo peso

  • Quienes toman leche de vaca o de cabra antes de cumplir el año de edad

  • Alimentados con leche materna que dentro de su alimentación complementaria después de los 6 meses de edad no incluyen alimentos con contenido en hierro

  • Los bebés que consumen leche no fortificada con hierro

Niños

  • De 1 a 5 años de edad que consumen leche de vaca no fortificada, leche de cabra o leche de soja

  • Que introducen leche de vaca antes del año de vida

  • Que tienen determinadas afecciones, como infecciones crónicas o mantienen una alimentación restringida, o tienen una alimentación vegetariana

  • Que han estado expuestos al plomo

  • Que consumen insuficientes cantidades de alimentos ricos en hierro

  • Con sobrepeso u obesos


¿Cuáles son los signos y síntomas de la deficiencia de hierro en los niños?

La falta leve o moderada de hierro puede no generar síntomas. La mayoría de los signos y síntomas de deficiencia de hierro en los niños suelen aparecer recién cuando se produce la anemia por deficiencia de hierro. Algunos comunes como el cansancio ,piel pálida , manos y pies fríos, falta de apetito, dificultad para respirar, fatiga.

¿Cómo se puede prevenir la deficiencia de hierro en los niños?

Una alimentación saludable, variada con aporte suficiente de alimentos que contengan hierro, con presencia de aquellos que favorecen su absorción, equilibrada y asesorada por un licenciado en nutrición, ayudará a prevenir déficit de hierro y cualquier otro nutriente.


¿Qué característica debería tener la alimentación?

Una alimentación saludable que incluya alimentos con fuentes de Hierro, acido fólico y vitaminas ayuda a mantener los niveles de hierro necesarios.

Las buenas fuentes de hierro incluyen: carnes especialmente las rojas, huevo, cereales integrales, panes y cereales fortificados con hierro, leches fortificadas, vegetales de hoja oscuro, legumbres.


Alimentos ricos en vitamina C que favorecen a la absorción del hierro como las frutas cítricas: naranjas, pomelos, limones, tomates, frutillas, kiwis o melón.


Una alimentación suficiente, equilibrada y variada es fundamental durante cada una de las etapas de crecimiento de niños y adolescentes, para mantener y garantizar un óptimo estado nutricional que acompañe las demandas de cada etapa.


Dra. Silvina Guisande

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