La información precoz para definir conductas terapéuticas en múltiples patologías evita el progreso hacia enfermedades avanzadas. Con el advenimiento de nuevas tecnologías diagnósticas y el mayor acceso a las mismas, el diagnóstico precoz es una meta alcanzable.
La detección incidental de “nódulos” en diferentes órganos y tejidos del organismo, en estudios solicitados por otros motivos, es un escenario frecuente que plantea diferentes cuestiones y riesgos propios del método elegido para confirmarlo.
En el grupo de estas enfermedades se encuentran los nódulos pulmonares, renales, hepáticos, pancreáticos, óseos, de ganglios linfáticos, esencialmente cualquier órgano o tejido del organismo que presente una alteración y cuya confirmación requiera de una muestra, que luego de ser analizada por el área de anatomía patológica, confirme o descarte el diagnóstico.
Hace no mucho, el diagnóstico preciso de estas entidades requería de una cantidad de muestra muy importante, que hacía necesario un enfoque quirúrgico (con la complejidad y complicaciones inherentes de cada técnica y órgano sobre el que se trabaja).
En general, los criterios que utilizamos en la práctica diaria para decidir un procedimiento diagnóstico, tienen que ver con el cumplimento de dos criterios para su selección y evaluación:
- Debe ser la opción más segura y menos agresiva para el paciente.
- Debe tener rentabilidad diagnóstica, sin necesidad de métodos adicionales para tener la información que condicione el tratamiento.
Punciones guiadas, nuevas alternativas. En la actualidad, los diferentes métodos de extracción de muestras para diagnóstico, han evolucionado, logrando en algunos casos suplantar el enfoque quirúrgico con necesidad de abundante material, por técnicas mínimamente invasivas, que permiten arribar al mismo resultado con menor agresividad.
Entre ellas se encuentran las punciones guiadas por métodos de imágenes (por ej.: tomografía, ecografía o radiología). Estos procedimientos pueden efectuarse en prácticamente cualquier zona del cuerpo humano, con escasas y muy precisas limitaciones diagnósticas. Esto permite caracterizar enfermedades tanto benignas (inflamatorias, infecciosas) como malignas (diferentes tipos de cáncer).
Se realizan habitualmente en forma ambulatoria con una leve sedación anestésica, sin dolor, con mínima preparación, y en general, sin internación posterior, más que los controles rutinarios de recuperación post procedimiento. En casos específicos se requiere un control más minucioso y las internaciones no suelen ser de más de 24 hs.
Además, siendo punciones, no dejan marcas o cicatrices evidentes en la piel ni requieren curaciones posteriores sobre el área de trabajo, más que la higiene diaria personal. Las complicaciones de este tipo de procedimientos (si bien dependen de la complejidad propia de cada paciente y el sitio de trabajo) globalmente tienen una incidencia menor que en los procedimientos quirúrgicos clásicos.
El proceso de diagnóstico de estas patologías, para lograr información precoz, requiere de un trabajo multidisciplinario, que garantice:
- Acceso rápido al turno luego de la solicitud inicial del médico de cabecera del paciente. - Consulta previa con el profesional que realizará el procedimiento para programarlo, adecuándose a la disponibilidad y requerimientos del paciente. - Interacción fluida habitual entre el equipo médico para la confirmación diagnóstica final.
Las ventajas principales En un promedio de 7 días se pueden diagnosticar gran parte de las lesiones estudiadas (en algunos casos en 48 a 72 hs.) con información que orienta específica y precozmente el tratamiento. Luego se seleccionan los agentes terapéuticos de acuerdo al estudio de las muestras, que involucran análisis inmuno-histoquímicos, morfológicos, moleculares y genéticos, logrando definir con antelación, qué fármacos tendrán utilidad en el paciente. Esto evita pruebas terapéuticas iniciales, avanzando directamente en el tratamiento más efectivo de acuerdo a la evidencia científica.
En nuestra práctica en el Sanatorio, el sinergismo del grupo médico y las posibilidades de accesibilidad que devienen de los años de ejercicio profesional, permiten intercambios de información relevante no solo en el ámbito intra e inter institucional local, sino también contando con el soporte de servicios referentes en cada área, a nivel internacional, pudiendo remitirse muestras, las cuales son propiedad del paciente, a prácticamente cualquier parte del mundo.
Dr. Emmanuel Blanche Soaje
Sub-Jefe del Servicio de Diagnóstico por Imágenes
e Intervencionismo