Al comenzar el otoño y la llegada del frío es común escuchar decir que luego de estar expuestos a temperaturas bajas desarrollaron cuadros de catarro.
¿Esto es realmente así?
La respuesta es no. El aumento de cuadros catarrales durante los meses de otoño e invierno responden fundamentalmente a:
Menor radiación solar, con mayor supervivencia en el ambiente de los virus que causan infecciones respiratorias.
Pasamos más tiempo en lugares internos.
Poca ventilación de los ambientes donde nos encontramos.
Cuando sumamos esto a que los virus que causan infecciones respiratorias se diseminan fácilmente a través de las gotitas de flugge cuando hablamos, estornudamos y tosemos, se generan las condiciones necesarias para la rápida diseminación de estas infecciones.
Al tener catarro, cuándo estornudamos y tosemos, contaminamos y si tenemos el virus, nuestra saliva contamina.
Por lo tanto, si entendemos esto podemos implementar medidas para disminuir la posibilidad de contagio:
Evitar lugares con mucha gente.
Ventilar los ambientes y permitir la entrada de sol en casas y ambientes cerrados.
Al estornudar o toser cubrir la boca y nariz con un pañuelo descartable o el pliegue codo.
Tirar a la basura inmediatamente los pañuelos descartables una vez usados.
No compartir cubiertos, vasos, sorbetes.
Lavarnos frecuentemente las manos.
En el Sanatorio Mater Dei Cuidamos tu salud y la de tu familia.