Long COVID-19, ¿a qué nos estamos refiriendo cuándo hablamos de esta enfermedad?
La mayoría de la personas con Covid-19 tienden a recuperarse y regresar a la salud natural luego de tres a cuatro semanas. Pero, ¿qué pasa con aquellos pacientes que tienen síntomas que no desaparecen? ¿Y aquellos que les reaparecen de manera fluctuante?
Como el impacto social y sanitario de la pandemia fue grande, los síntomas se deben interpretar por los médicos como reales, existentes, frecuentes y serios en muchos pacientes. Al traer consecuencias físicas, psíquicas y laborales, algunas personas no pueden incluso reinsertarse normalmente a sus trabajos.
Uno de los interrogantes que aun persiste tiene que ver con si esas consecuencias son similares a las que se dan con los pacientes internados durante mucho tiempo en áreas críticas, o si es algo nuevo ocasionado por la respuesta inflamatoria ante el COVID-19
Los síntomas se clasifican entre:
Más comunes:
· Cansancio, que puede llegar a ser extremo: en un 10 a 85%.
· Disnea, que es la falta de aire: en un 10 a 70%.
· Dolor en el pecho: en un 10 a 45%.
· Tos: en un 5 a 35%.
Síntomas neurocognitivos:
· Ansiedad o Depresión, en un 20%. En estos casos, también tiene una disminución de calidad de vida prolongada hasta en un 50%.
· Estrés post traumático.
· Falta del olfato.
· Pérdida del gusto a las comidas.
· Cefaleas.
Si bien no hay una clasificación formal del COVID-19, se podría realizarse la siguiente:
· Etapa Aguda, desde el inicio de los síntomas hasta la 4 semana.
· COVID sintomático continuo, que dura 4 a 12 semanas.
· Long COVID o COVID prolongado, en la que los pacientes persisten con síntomas más de 12 semanas, o reaparecen síntomas NO explicables por otras enfermedades.
Hay pacientes que tienen mayores probabilidades de padecer Long COVID, y estos son:
· Quienes tienen mayor edad y factores de riesgo tales como la hipertensión, diabetes, enfermedades coronarias, insuficiencia cardíaca, entre otras.
· Quienes tuvieron neumonías severas.
· Quienes tuvieron tromboembolismo pulmonar.
· Quienes tuvieron mayor permanencia en áreas críticas
Como hablamos antes, también hubo otro tipo de pacientes que desarrollaron el síndrome post COVID-19, por ejemplo personas jóvenes que no necesitaron internación.
Se realizaron estadísticas en Estados Unidos, que explican que muchos no pudieron volver a la actividad física habitual refiriendo cansancio, temor, depresión y estrés. En muchos casos, se piensa que es por preocupación por el contexto, por tener pronóstico incierto y por observar que no existe un tratamiento específico contra la enfermedad.
El COVID-19 prolongado se observa con mayor frecuencia en pacientes con COVID-19 moderado o grave con múltiples factores de riesgo, donde la disnea y la pérdida de la calidad de vida fueron prevalentes.
Como estrategia preliminar para diagnosticar esta nueva enfermedad, se sugieren los siguientes procedimientos:
· Radiografía de Tórax: puede tardar hasta 12 semanas en resolverse la anormalidad preexistente.
· Angiotomografía Computada de Tórax.
· Pruebas respiratorias, Test de Marcha 6 a 12 semanas luego del alta.
Se recomienda también, si persisten síntomas, realizarse distintas pruebas cardíacas. Por ejemplo:
· Ecocardiograma Doppler Color.
· Ecocardiograma Strain.
· Ecoestrés.
· Holter de 24 hs.
· Resonancia Magnética Nuclear Cardíaca solo ante dudas.
La vacunación, la rehabilitación y el pasar del tiempo nos van a enseñar más sobre la evolución de esta enfermedad, pero siempre recordá cuidarte y consultar con tu médico para poder mejorar tu calidad de vida.