Esta celebración que comenzó en la Edad Media y que se extiende desde el 8 de noviembre hasta el 8 de diciembre, es una oportunidad para acercarnos a la madre de Jesús, adentrarnos en el misterio de cómo Dios a través de una mujer sencilla y humilde, permite la salvación.
María, nuestra madre, ofreció su vida al cuidado y servicio de Jesús, y hoy también intercede por nosotros, está atenta a nuestra realidad cotidiana, nos cuida y protege porque es mamá.
¿Qué gestos podés tener con María este mes?
Hacerle regalos:
Podés acercarte a una imagen de Ella (en un iglesia, plaza o ermita) con flores para colocarlas a sus pies. Pero sobre todo flores espirituales que nos acerquen cada día más a su corazón.
Rezar el Rosario en familia:
El Rosario es el refugio de los que buscan alivio y la puerta para entrar al corazón de María. Una oración sencilla pero muy poderosa que une a la familia, nos introduce en la vida de Jesús y María e impulsa los corazones hacia el servicio y el amor.
«El Rosario es mi oración predilecta. Es una escalera para subir al cielo». Juan Pablo II «Denme un ejército que rece el Rosario y lograré con él conquistar el mundo». San Pío X «Es la oración más hermosa que podemos ofrecer a la Virgen María y un medio eficaz para obtener la verdadera paz en nuestros corazones». Papa Francisco
Reflexioná en los principales misterios de la vida de María:
Reflexionar implica hacer un esfuerzo con la mente, la imaginación y, también, con el corazón, para profundizar en los momentos importantes que la Virgen vivió a lo largo de su vida, por ejemplo: La Anunciación, el nacimiento de Jesús, las bodas de Caná, María al pie de la Cruz. Esto te puede ayudar a comprender mejor su vida, pero sobre todo a sentir que Ella está más cerca tuyo, y comenzar un vínculo más profundo.
Rezar cantando:
La música puede despertar esa alegría que nos anima a orar, a conectarnos desde el interior con el amor que María tiene con nosotros, sus hijos. Por eso queremos compartir con ustedes esta canción, que producimos desde Cultura y Pastoral, inspirada en una cita del P. José Kentenich (Hacia el Padre n° 511).
“Proclamaremos tu nombre con valentía, y guiaremos a los hombres hasta tu Santuario para que, jubilosos y llenos de amor, glorifiquen contigo a la Santísima Trinidad en la tierra y en el cielo”
Pastoral SMD