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Vértigo y mareos: ¿cómo evitamos que el mundo nos de vueltas?

Sentirte como en un bote cuando estás quieto, o pensar que estás en movimiento cuando estás acostado. Estas son las sensaciones más comunes del vértigo, que también puede llegar a confundirse con mareos. Son síntomas fuertes en la población en general, y pueden ser tan intensos que interrumpen las actividades cotidianas.



Vértigos y mareos Son parecidos, pero distintos al mismo tiempo: el vértigo es la sensación que las cosas giran alrededor de uno. El mareo es inestabilidad subjetiva que puede llegar a significar desmayo, desfallecimiento, aturdimiento, malestar y náuseas.


Para poder diferenciar uno de otro, es necesario preguntarse:

· ¿Cuánto duran los episodios?: pueden durar desde segundos hasta meses.

· ¿Qué tipo de sensación me genera?: ¿los elementos giran alrededor mío o la inestabilidad proviene de mi cuerpo?

· ¿Qué factores lo desencadenan?: si fue un movimiento de cabeza, al hacer esfuerzo o ciertas situaciones ambientales como puede ser el shopping.

· ¿Qué síntomas acompañan?: pérdida de audición, zumbidos, dolor de cabeza, visión doble, etc.

· ¿Es un episodio aislado?: si fue repetido en otras ocasiones o es la primera vez.


Con estos datos, se realizan un examen completo y, en algunos casos estará indicado realizar algunas maniobras diagnosticas específicas. Esto es para confirmar si es efectivamente vértigo.


Tipos de vértigo La mayoría de los cuadros de vértigo corresponden a los periféricos, y se deben a ciertas patologías del oído. Después existen los centrales, que se deben a lesiones vasculares, tumorales, o desmielizantes del tronco cerebral o del cerebelo.


En algunas personas, el vértigo se asocia a episodios de cefalea (“migraña”) con lo cual se puede arribar al diagnóstico posible o probable de una migraña vestibular. Siempre es importante descartar efectos secundarios de algunos medicamentos y trastornos de ansiedad.


Si detectas que te vas a marear, te recomendamos para reactivar la circulación sanguínea:

· Colocarte en una zona segura.

· Encontrar algún punto de apoyo.

· Sentarte con la cabeza entre las piernas o ponerlas en alto.

Y si, tenés diagnosticado vértigo y estás por tener un episodio:

· Buscá un punto de apoyo.

· Bajar de alturas o escaleras.

· Fijá tu mirada en un punto en concreto y no muevas la cabeza.

· Controlá tu respiración.

· Relajate y no te dejes llevar por el momento de angustia.


Es importante diagnosticarte para poder evitar cualquier tipo de incidente, tales como accidentes de trabajo, o en la vía pública. No dudes en parar ante la mínima sensación. Tu seguridad y salud lo más importante.


Servicio de Neurología

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