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Vitamina C: cómo incorporarla

La Vitamina C o ácido ascórbico, desempeña funciones importantes en nuestro organismo. Tiene efectos antioxidantes, es imprescindible para la formación de colágeno (proteína necesaria para construir y mantener huesos sanos, articulaciones, piel y tejidos) y favorece la correcta cicatrización de las heridas.


También fortalece el sistema inmunológico y estimula la absorción del hierro no hemínico (que está presente en alimentos de origen vegetal).


Vitamina C: El cuerpo humano no es capaz de sintetizar ni almacenar la Vitamina C por sí solo, por lo que se necesita obtener este nutriente a través de la dieta. Las mejores fuentes de Vitamina C las contienen las frutas y verduras, especialmente los cítricos, el pimiento rojo, el pimiento verde, el kiwi, las frutillas y el melón.


La mayoría de las personas obtienen suficiente Vitamina C con una alimentación equilibrada. Las personas que pueden ser susceptibles a la deficiencia de esta vitamina (fumadores o personas expuestas al tabaquismo pasivo, personas con afecciones gastrointestinales o ciertos tipos de cáncer y personas que tienen una dieta limitada) deben incorporarla a través de suplementos.


¿Qué pasa cuando hay déficit de Vitamina C?

La escasez de esta vitamina produce varios síntomas relacionados con una sensación de malestar: dolor e inflamación de las articulaciones, debilidad muscular, cansancio, cambios de humor, gingivitis (inflamación y sangrado de las encías), mala cicatrización de las heridas, hematomas y pérdida del apetito.

Si esta situación se prolonga, puede conducir al desarrollo del escorbuto, enfermedad que se caracteriza por los síntomas anteriormente mencionados y que también puede incluir anemia y/o depresión.


¿Y si hay exceso?

Como es una vitamina hidrosoluble, cuando su origen es mediante frutas y verduras, su exceso normalmente se elimina a través de la orina.

En el caso de los suplementos, si se toman en dosis adecuadas generalmente se consideran seguros, pero en caso de tomar dosis elevadas (mayores de 2000 mg/día) podría producir diarrea, náuseas, acidez estomacal y dolor abdominal.


¡Importante!

La vitamina C es muy lábil: se deteriora por la acción de la luz, el oxígeno, las altas temperaturas y además se disuelve en el agua de cocción. Afortunadamente, muchas de las fuentes más importantes de ácido ascórbico, como las frutas y verduras, se suelen consumir crudas.


Cantidad recomendada y fuentes de Vitamina C



Lic. Mariana Aguilera

Servicio de Nutrición

Sanatorio Mater Dei



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