Calambres musculares: cuándo prestar atención
- comunicaciones936
- hace 2 días
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Los calambres musculares son contracciones involuntarias, repentinas y dolorosas de uno o varios músculos. Suelen aparecer de forma inesperada y generar un dolor intenso que, aunque generalmente dura solo unos segundos o minutos, puede ser tan agudo que incapacita momentáneamente a quien lo sufre.

Estas contracciones afectan con mayor frecuencia a los músculos de las piernas, especialmente a las pantorrillas, isquiotibiales (parte posterior del muslo) y cuádriceps (parte frontal del muslo). Pueden presentarse durante o después de la actividad física, al permanecer en la misma posición durante mucho tiempo o incluso mientras se duerme.
Causas comunes de los calambres musculares
La causa más frecuente es el esfuerzo excesivo o prolongado de los músculos, especialmente durante el ejercicio físico. No obstante, existen múltiples factores que pueden favorecer su aparición:
Deshidratación
Bajos niveles de electrolitos como potasio, sodio, calcio y magnesio
Mala circulación sanguínea
Compresión de nervios, frecuentemente por problemas en la columna vertebral (ej. hernia de disco)
Consumo de ciertos medicamentos, como diuréticos, estatinas o medicamentos para la presión arterial
Trastornos metabólicos o neuromusculares
Fatiga muscular por postura incorrecta o sobreuso
Condiciones médicas subyacentes, como diabetes, hipotiroidismo o enfermedades hepáticas
Los adultos mayores son más propensos a sufrir calambres debido a la pérdida progresiva de masa muscular, menor movilidad física, sedentarismo y alteraciones en el equilibrio de líquidos y electrolitos.
Síntomas a tener en cuenta
Aunque el síntoma principal es la contracción muscular dolorosa, también pueden aparecer otros indicios que requieren atención médica si se presentan con frecuencia o de forma prolongada:
Debilidad muscular persistente
Entumecimiento o sensación de hormigueo
Fatiga constante
Sed excesiva
Micción frecuente
Hinchazón o enrojecimiento en la zona afectada
Prevención y tratamiento de los calambres
Mantener una buena hidratación, especialmente durante y después del ejercicio
Consumir alimentos ricos en potasio, calcio y magnesio, como bananas, frutos secos, verduras de hoja verde y lácteos
Realizar estiramientos suaves antes y después de la actividad física y antes de dormir
Evitar el sobreesfuerzo muscular y realizar pausas si se permanece mucho tiempo en una misma postura
Aplicar frío o calor local en la zona afectada durante un calambre: el frío reduce la inflamación y el calor favorece la relajación muscular
Masajear suavemente el músculo contraído para aliviar la tensión
¿Cuándo consultar a un médico?
Si los calambres se presentan con mucha frecuencia, interrumpen el sueño o las actividades diarias, duran más de 10 minutos, o se acompañan de debilidad muscular, pérdida de sensibilidad o hinchazón, es recomendable acudir a un profesional de la salud para evaluar causas subyacentes y descartar afecciones más serias.
Dr. Juan Morchio
Traumatología
Sanatorio Mater Dei