Ultraprocesados vs. Naturales: ¿Qué estamos consumiendo?
Se los llama “ultraprocesados” a los productos industriales que están elaborados a partir de sustancias derivadas de otros alimentos. Suelen contener ingredientes tales como, harinas, azúcares, grasas, sal, aditivos, edulcorantes, emulsionantes, potenciadores de sabor.
Por un lado, cuentan con características organolépticas de procedencia industrial que estimulan el paladar y apetito de forma intensa, como son el azúcar y el glutamato monosódico, que provocan el deseo de seguir comiendo.
Son productos de baja calidad nutricional (escaso contenido de vitaminas y minerales) y altamente adictivos. Por ejemplo: galletitas dulces, golosinas, snacks, bebidas energizantes y carbonatadas (gaseosas), embutidos, helados industrializados, aderezos, etc.
Son accesibles, en cualquier momento y lugar (lugares de expendio de 24hs) promovidos por la industria alimentaria a través de la publicidad masiva.
Los podemos identificar porque son perecederos a corto plazo, es decir, tienen escasa vida útil y después de unos pocos días comienzan a alterarse. Además, muchos de ellos solo son seguros tras recibir un proceso de cocción.
Dentro de este grupo de alimentos se encuentran las frutas y verduras frescas, los tubérculos, legumbres, semillas, frutos secos, carnes, pescados y huevos.
Junto a los alimentos naturales podemos identificar a los alimentos mínimamente procesados, a los cuáles no se han añadido ingredientes pero sí han recibido un mínimo procesamiento que no altera su naturaleza. Por ejemplo: se los lava, pasteuriza, limpia, congela, esteriliza, fermenta sin producir alcohol o envasa.
Estos últimos alimentos son más fáciles de almacenar y se conservan por más tiempo, pero son igualmente alimentos y no productos. Dentro de este grupo encontramos el yogur, las leches y otros lácteos, los vegetales y hortalizas congeladas o envasadas y semejantes.
En conclusión, para llevar a cabo una alimentación equilibrada y saludable, es recomendable ingerir alimentos naturales y evitar aquellos que son ultraprocesados. Es fundamental realizar la lectura de rótulos de los alimentos para visualizar cuáles son sus ingredientes y saber qué tipo de alimento consumimos.