Aunque pueda parecer extraño, es muy normal que los músculos duelan después de realizar actividad física. Eso significa que se están adaptando al ejercicio y se preparan para un esfuerzo mayor.
Hay que tener en cuenta que durante el entrenamiento sometemos a estrés y tensión a nuestros músculos y eso puede provocar ruptura o desgarros. Por eso, siempre hay que estar atentos para no forzar de más o realizar técnicas incorrectas en caso de entrenar en un gimnasio.
¿Qué hacer para aliviar el dolor?
Es importante estirar antes y después de entrenar para que el sistema muscular comience a activarse. Esto facilitará la flexibilización y evitará la sensación de rigidez en el músculo al enfriarse.
Si el dolor es excesivo, puede aplicarse una almohadilla térmica para desinflamar y reducir la sensación de dolor. También puede ser de mucha ayuda masajes suaves en la zona afectada.
El descanso también es fundamental para que los músculos se recuperen y estén listos para el próximo entrenamiento.
Alimentación e hidratación
Llevar una dieta variada y rica en nutrientes, contribuye no solo a una buena alimentación sino que, junto a la hidratación, favorecen a mantener la salud muscular y su recuperación.
Recuperación activa
El dolor muscular después de entrenar es parte natural del proceso, por eso es necesario realizar actividades de recuperación activas como caminatas, natación o andar bicicleta, de esta manera facilita la circulación sanguínea y colabora en la recuperación muscular.
No dudes en consultar con tu médico si tenés dolores excesivos y persistentes. Es importante que chequees los ejercicios que realizás para evitar ruptura o desgarro, ofreciendo a tu cuerpo el descanso que necesita para su recuperación.
Dr. Juan Morchio
Traumatología
Sanatorio Mater Dei