Las várices son un problema común que afecta a muchas personas en todo el mundo, pueden causar molestias, dolor e incluso afectar la estética de las piernas. Afortunadamente, existen varios tratamientos disponibles para prevenir y tratar las várices de manera efectiva.
En este artículo, exploraremos las causas de las varices, los métodos de prevención y los diferentes tratamientos disponibles.
¿Qué causa las várices?
Las várices se producen debido a la insuficiencia venosa, es decir por la incapacidad de las venas de las piernas para ejercer su función de retorno de la sangre hacia el corazón, pero sí se debilitan o dañan, la sangre puede acumularse en las venas y causar su dilatación.
Factores de riesgo:
Edad avanzada: a medida que se envejece, las venas pueden perder elasticidad.
Sexo: las mujeres tienen más probabilidades de desarrollarlas, debido a los cambios hormonales que experimentan durante el embarazo y la menopausia.
Historia familiar: con antecedentes familiares de várices es más probable que se desarrolle la patología.
Estilo de vida sedentario: pasar mucho tiempo sentado o de pie puede dificultar el flujo sanguíneo adecuado.
Obesidad: el exceso de peso ejerce presión adicional sobre las venas, lo que puede debilitar las válvulas.
Prevención de las várices
Si bien no siempre es posible prevenir completamente el desarrollo de várices, hay medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo y minimizar su aparición. Aquí algunos consejos útiles:
Estilo de vida activo: realizar actividad física regularmente puede ayudar a fortalecer los músculos de las piernas y mejorar la circulación sanguínea. Actividades como caminar, correr, nadar o hacer ejercicios de bajo impacto para mantener las piernas saludables.
Evitar estar de pie o sentado durante largos períodos: si el trabajo requiere estar mucho tiempo de pie o sentado, tomar descansos regulares para moverse y estirar las piernas. Esto ayudará a mantener una buena circulación sanguínea y reducirá la presión en las venas.
Control del peso: mantener un peso saludable es beneficioso para muchas áreas de la salud, incluida la prevención de las várices. Si se tiene sobrepeso u obesidad, intentar perder peso gradualmente a través de una combinación de dieta equilibrada y ejercicio regular.
Elevar las piernas: en descanso o mientras se duerme, elevar las piernas por encima del nivel del corazón para facilitar el flujo sanguíneo de retorno. Esto reduce la presión en las venas y alivia la hinchazón y el malestar asociados con las várices.
Tratamiento para las várices
Existen varios tratamientos disponibles para aliviar los síntomas y mejorar la apariencia de las piernas:
Compresión de medias o vendajes: es un tratamiento conservador que ayuda a mejorar la circulación sanguínea en las piernas. Estos productos aplican presión en las venas, lo que reduce la dilatación y la inflamación.
Escleroterapia: es un procedimiento en el que se inyecta una solución química en las venas afectadas. Esta solución irrita las paredes de las venas, lo que hace que se cierren y eventualmente sean reabsorbidas por el cuerpo. Es un tratamiento eficaz para varices pequeñas y medianas.
Ablación con láser o radiofrecuencia: estos tratamientos utilizan calor para cerrar las venas afectadas. Durante la ablación con láser o radiofrecuencia, se inserta una fibra láser o una sonda de radiofrecuencia en la vena y se aplica calor controlado. Esto provoca que la vena se cierre y se colapse, lo que reduce su apariencia y alivia los síntomas.
Cirugía de venas: a veces se puede recurrir a cirugías. La cirugía de venas se realiza para extirpar las venas dañadas o debilitadas. Hay diferentes procedimientos quirúrgicos disponibles.
Terapia con láser o luz pulsada: estas terapias se utilizan para el tratamiento de las arañitas.
Terapia con Venaseal: a diferencia del láser o radiofrecuencia utiliza un gel frío para lograr el sellamiento de las venas enfermas.