Es esencial para el desarrollo y mantenimiento de la salud ósea. Conocé en esta nota desarrollada por nuestro equipo de Nutrición, cómo incorporarla.
La vitamina D3 o colecalciferol, es una vitamina liposoluble que se obtiene principalmente de dos fuentes: en menor proporción a través de la dieta o mediante alimentos naturales y fortificados, y en mayor proporción con la exposición solar. La síntesis cutánea en presencia de exposición a la luz solar representa aproximadamente un 90% del total de vitamina D en plasma.
Es un componente esencial en las interacciones entre los riñones, el hueso, la glándula paratiroides y el intestino. La 1,25-dihidroxivitamina D3, forma activa de esta vitamina, aumenta la absorción de calcio y fósforo en el intestino delgado e induce la captación del calcio por mecanismos de transporte activo.
Es esencial para el desarrollo y mantenimiento de la salud ósea. Su deficiencia produce raquitismo, afectando el cartílago de crecimiento tanto en niños y adolescentes, y osteomalacia en adultos, generando una alteración en la calidad del hueso con aumento de la hidratación del tejido óseo.
La prevalencia en la deficiencia de vitamina D es más alta de lo que tradicionalmente se ha considerado. En relación a los beneficios de mantener buenos niveles de vitamina D, hay estudios que relacionan los niveles óptimos, con un menor riesgo de fractura de cadera y una adecuada función neuromuscular.
Las fuentes de vitamina D comprenden básicamente los pescados azules como el atún, salmón y caballa. También la yema de huevo, hígado y lácteos fortificados.
Una fuente alternativa para su obtención, son los suplementos. Hoy en día existen en el mercado suplementos tanto para población omnívora (Vitamina D3) como para la vegetariana/vegana (Vitamina D2).
Si bien la obtención de la vitamina D proviene mayormente de la exposición solar, puede variar según el lugar donde se viva, la estación del año, el tipo de piel, la ropa, el clima y el uso de protector solar.
Más allá de esto, no hay que descuidar la salud de nuestra piel. Para ello utilizar diariamente protector solar, es fundamental en la prevención de otras enfermedades. De esta forma es necesario llevar el control de la vitamina D mediante el dosaje de la misma, siempre con acompañamiento de profesionales de la salud.
Lic. Nakamatsu Débora
Servicio de Nutrición