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Compromiso: cuando todos somos argentinos

Editorial de las Hnas. de María de Schoenstatt


A pesar de las grietas que siguen intactas en varios aspectos de nuestra vida social, hay un momento en nuestra vida ciudadana donde sin importar las diferencias, nos une la consigna implícita: “todos somos argentinos”. Este fenómeno tiene un nombre y es cuando juega nuestra selección de fútbol. Lo experimentamos hace poco con la Copa América, y en estos días de partidos de Eliminatorias rumbo a un nuevo Mundial. En ese momento no hay distancias, ni diferencias, e incluso muchas veces no hay sacrificios duros ni obstáculos suficientes para los más fanáticos que conforman la hinchada argentina y acompañan a la selección a donde sea que juegue un campeonato decisivo.

Sería materia de un estudio sociológico por qué un deporte como el fútbol despierta una adhesión tan incondicional, de tal manera que, prácticamente, todo un país sigue con expectación las alternativas de cada partido.

Y lo más interesante es la hinchada argentina que incluso fue reconocida en el último mundial de Qatar por el entusiasmo, la vitalidad, la creatividad y el número de participantes. Seguramente, entre los que viajaron, habrá habido gente que podía darse el lujo de pagarse el viaje y la estadía de tantos días en un lugar tan lejano y caro como es la ciudad del país árabe. Pero lo más probable es que haya habido gente que invirtió todos sus ahorros, y hasta alguno que empeñó algunos de sus bienes, para estar cerca de su equipo y acompañarlo en el mundial. Y no faltaron los de menores recursos, que vivieron esos días en estilo “gasolero”, gastando lo indispensable porque para ellos la pasión futbolera del mundial merecía cualquier sacrificio.

Y esa unidad de los argentinos, con un equipo de primer nivel, fue recompensada por dos copas importantes a nivel mundial y americano.

En esto se esconden las claves del éxito de cualquier emprendimiento: 1-pasión por lo que se hace; 2- un equipo de excelencia, bien entrenado; 3- dirigido por un buen líder, que conoce a los suyos y sabe sacar lo mejor de cada uno; 4- unidad de todos los interesados en el resultado. Una ecuación que habla de compromiso, de ponerse la camiseta y transpirarla con gusto en pos de un valor más alto.

Lo importante es el objetivo y por eso todo lo demás queda en segundo plano. Las diferencias se liman a través del diálogo constructivo donde todos ganan y nadie pierde. Se trata de complementarse mutuamente con lo que mejor sabe cada uno, sin competencias internas, valorando el esfuerzo de cada integrante. Donde los sacrificios son camino para algo mejor y por eso no se viven con tanto dramatismo, sino como algo natural que hay que sobrellevar como parte del proceso para obtener el resultado deseado.


De esta misma manera queremos vivir nuestro compromiso con la vida y la dignidad humana en el servicio a la salud de la población y estamos convencidos que es, a la vez, una respuesta a la situación de nuestra Patria que reclama de cada argentino un compromiso serio para construir una Argentina más justa, más fraterna y más pujante.


Hna. M. Mercedes

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