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Atribuimos esta situación a nuestra Mater Dei, es decir, a la Virgen, que desde el inicio de nuestra actividad en el Sanatorio nos ha protegido y mediado la bendición de Dios. Agradecemos a la VIDA con mayúscula, a Dios, Camino, Verdad y Vida, pues toda vida es un don de Dios.
sea nuestro lema, ahora y siempre.”
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